Las luces de los vehículos aseguran una visibilidad óptima, esencial para una conducción segura, no importa las condiciones de luz que haya en la carretera. Es por esta razón que, de la misma manera en que ajustamos la velocidad y la distancia de seguridad según las circunstancias al conducir, debemos adaptar nuestras luces. Por ello, has de conocer qué luces utilizar en cada situación, puesto que, cada momento requiere una iluminación específica. En el artículo de hoy te contamos todo lo que debes conocer sobre el tema. 

Normativa sobre las luces 

La Ley de Seguridad Vial recoge en su art. 43 que: “los vehículos que circulen entre la puesta y la salida del sol deben llevar encendido el alumbrado que corresponda”. Así pues, todos los conductores deben encender las luces unos minutos antes de que se empiece a poner el sol, momento en que la luz solar disminuye. 

Además, la regulación también obliga a que se enciendan las luces cuando:

• Se transita a través de túneles.
• Bajo pasos inferiores o en tramos de carretera señalizados como túneles (S-5).
• Bajo condiciones meteorológicas o ambientales, como niebla, lluvia intensa, nevadas, nubes de polvo o humo, que reducen significativamente la visibilidad en la vía. 
• Además, es necesario mantener las luces encendidas al circular por carriles reversibles, en sentido contrario al tráfico habitual, y carriles adicionales.
• En el caso de las motocicletas, deben llevar las luces de cruce encendidas «en 

Denominación de las luces del vehículo

A continuación te cuento las distintas luces que puedes encontrar en los vehículos, sus nombres y funciones.  

De cruce 

La luz de cruce o corto alcance es la primera que debe encenderse. Esta luz cuenta con 

un haz corto, ancho y asimétrico que se orienta hacia el lado derecho de la calzada para que esa zona se ilumine más y no se deslumbre a los conductores que circulan de frente.

De carretera 

Fuera de poblado y a una velocidad de más de 40 km/h, debes encender las luces de largo alcance. Ahora bien, teniendo en cuenta no deslumbrar ni a peatones, ni a los conductores que circulan en sentido contrario al nuestro. También debes tener en cuenta al vehículo que se encuentra en nuestro mismo sentido delante de nosotros, lo podemos deslumbrar a través de los retrovisores. Lo recomendable es acostumbrarse a encender el alumbrado de carretera cuando circules de noche y la vía esté insuficientemente iluminada. 

Cuando preveas que existe la posibilidad de deslumbrar a otros conductores debes cambiar las luces de largo alcance por las cortas. Sobre todo por los que circulan en sentido contrario en autopistas, autovías o carreteras convencionales. El cambio de luces se debe hacer cuando te aproximas a una curva. Así, el conductor que la toma por el interior es el primero en deslumbrar y, por ello, debe ser el primero en cambiarlas a cruce.

Antiniebla

Las luces antiniebla delanteras son más bajas y anchas. Suponen un refuerzo luminoso para usarlas en condiciones desfavorables de visibilidad, en carreteras mal iluminadas, estrechas y con curvas muy seguidas. Su uso no es obligatorio y no todos los vehículos cuentan con ellas. 

La antiniebla trasera sí es obligatoria, esta señaliza la posición del vehículo en aquellos tramos con poca visibilidad. Se debe utilizar solo cuando lo exijan las condiciones porque su intensidad puede provocar deslumbramiento a los conductores que circulan detrás.

De posición

Este tipo de iluminación no tiene como función principal proporcionar luz para ver, como las demás luces del vehículo. Su propósito es señalar la ubicación y el ancho del vehículo en la carretera. Además, tiene otro uso menos conocido pero obligatorio que es que durante ciertas paradas y detenciones, debes encenderlas precisamente para indicar tu posición en el arcén cuando la carretera no esté lo suficientemente iluminada.

La variante de estas luces son las «luces de gálibo». Estas se encuentran ubicadas en la parte superior del vehículo. Son grandes y tienen una anchura superior a 2,10 metros. Su función es también la de señalar la posición y el ancho del vehículo en la carretera.

Luces de día

Desde 2011, la Unión Europea obligó a que todos los vehículos nuevos debían estar equipados con luces de conducción diurna (conocidas como DRL en inglés). Estas luces tienen la finalidad de aumentar la visibilidad del vehículo para los demás usuarios de la carretera. Estas no reemplazan a las luces de posición ni a las luces cortas ni a las luces largas cuando estas últimas sean necesarias.

Las luces de circulación diurna (DRL) se encienden de forma automática al arrancar el vehículo. Su utilidad se acentúa en situaciones específicas como:

• En carreteras de alta velocidad, autopistas y autovías.
• Tramos peligrosos con visibilidad limitada, como cruces con poca visibilidad. 
• Cuando el sol se encuentra en una posición muy baja, lo cual puede causar deslumbramientos.

Hay estudios que señalan que si todos los vehículos circulan con sus luces encendidas durante el día, se podría reducir en un 10% el número de personas fallecidas en accidentes de tráfico. Por lo tanto, la Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda, aunque no lo exige de forma obligatoria, mantener encendidas las luces de cruce en los vehículos que no cuentan con sistemas de iluminación diurna, con el fin de aumentar su visibilidad en la carretera. 

Tipos de luces en el mercado 

En el mercado puedes encontrar diferentes sistemas de alumbrado para vehículos. Estos tienen distintas características y capacidad de iluminación. Son estos:

Halógenos

Este es el sistema de iluminación más común durante muchos años. Estas bombillas se pueden retirar y reemplazar fácilmente, aunque no en todos los modelos es sencillo. Cada bombilla se coloca en una parábola reflectante que moldea el haz de luz y aumenta su intensidad. Aunque son las opciones más económicas, su duración es relativamente limitada, con una vida útil de alrededor de 500 horas de uso.

De descarga de alta intensidad o xenón

Las luces de xenón fueron la alternativa avanzada a los faros halógenos, ya que proporcionaban una luz más nítida y una luminosidad superior. Tienen hasta tres veces más brillo que los halógenos. Funcionan mediante un tubo de gas (llamado ampolleta) que se calienta mediante dos electrodos, siguiendo un principio similar al de las luces fluorescentes comunes en los hogares. Su vida útil es hasta cuatro veces comparadas con las luces halógenas. Su adquisición puede resultar algo más cara que las anteriores ya que no suelen formar parte del equipamiento estándar en modelos de gama baja. Las deben instalar un profesional y necesitan un breve período de calentamiento antes de alcanzar su máxima intensidad luminosa.

LED

Estas luces empezaron a usarse en las luces de freno, los intermitentes y en las diurnas. Funcionan a través de la unión de varios diodos de luz de pequeño formato (LED), que de forma conjunta logran una alta luminosidad. De entre sus ventajas destacan que iluminan plenamente al instante, tienen distintos diseños permitidos y un  bajo consumo energético. Su vida útil es de alrededor de 10.000 horas. 

Láser

Este sistema de iluminación para vehículos se considera el más vanguardista en cuanto a su tecnología. Proporciona una intensidad luminosa cuatro veces mayor que las luces LED convencionales. Además su campo visual es de hasta 600 metros y es más eficiente en términos de consumo energético en comparación con las luces LED, lo cual aumenta su longevidad. Se basa en la combinación de múltiples diodos láser con una sustancia fluorescente de fósforo, lo que produce una luz extremadamente natural. Sin embargo, es importante destacar que su precio es relativamente elevado.

La seguridad en la conducción es muy importante por ello debes conocer qué luces has de encender en cada tipo de vía. Espero que este artículo te haya ayudado y que realices una conducción segura, siempre adaptando tu encendido a las condiciones de visibilidad de la carretera por la que circules.