Si tienes un coche que supera los 50.000 km debes tratarlo con un poco más de mimo. Cuando el cuentakilómetros se acerca a esta cifra, aparte de las revisiones periódicas, debes estar atento a ciertos elementos de tu automóvil para evitar sorpresas indeseadas.
Otra cosa a tener en cuenta, aparte del kilometraje es el estilo de conducción y el trato que le das al coche. Por eso hablamos de 50.000 km como una cifra aproximada.
Elementos que debemos revisar a partir de los 50.000 km
Frenos
Hay que comprobar el estado de los frenos, aunque no chirríen cuando pises el pedal. Debes mirar;
- El estado de las pastillas de freno, ya que pueden estar más finas de lo recomendable o haberse cristalizado
- El líquido de frenos y observar si color es transparente y la cantidad no está por debajo del mínimo que marque el depósito.
Aceites y filtros
El aceite y los filtros deben revisarse antes de los 50.000 km, mormalmente en la revisión de los 20.000 km y además es recomendable cambiar el lubricante una vez al año y el filtro del aceite cada dos años. Y ya puestos a mirar niveles de líquidos, también es importante comprobar el del líquido refrigerante.
¡Ojo! Antes de cambiar el aceite, los filtros o el líquido refrigerante hay que consultar los manuales de instrucciones para comprobar cuándo caducan. Pero lo mejor es que acudas a un taller para evitar problemas. También conviene revisar el estado del filtro del polen, el del aire y el del combustible.
Correas
Hay que estar pendientes del estado de la correa de distribución y mirar tanto la tensión como que no esté desgastada ni presente síntomas de rotura. También conviene chequear el alternador, ventilador y aire acondicionado.
Bujías
Si tienen problemas para arrancar el coche, puede ser que se deba al estado de las bujías. En tu taller de confianza te harán una chequeo para comprobar el estado de las mismas y si el problema de arranque se debe a la batería o a las bujías.
Radiador
Es conveniente al llegar a los 50.000km realizar una limpieza, sondeo y mantenimiento del radiador.
Neumáticos
Tienes que prestar atención a la profundidad del dibujo y que no presenten grietas o abolladuras. Además debes comprobar la presión de las ruedas periódicamente, sobretodos cuando se van a realizar largos trayectos.
Los bajos y el capó
Especialmente para comprobar que no hay problemas con los amortiguadores o alguna fuga de aceite o agua. También debemos buscar manguitos dañados o rotos bajo el capó o manchas de lubricante en el asfalto tras estacionar el coche en la calle.
No olvides comprobar también la sujeción y el estado del sistema de escape.