Hasta hace pocos años la suspensión neumática estaba principalmente reservada para los vehículos industriales, tanto para maquinaria pesada como de transporte de mercancía se beneficiaban de sus ventajas y adaptabilidad al terreno.
Pese a ello se ha ido abriendo hueco poco a poco en los vehículos de calle por sus evidentes ventajas frente al tradicional muelle mecánico que se encuentra en la mayoría de los coches.
Las grandes ventajas de la suspensión neumática
El objetivo de la suspensión neumática es mejorar la seguridad del piloto y sus acompañantes al mismo tiempo que el confort, amortiguando la conducción en función de las irregularidades sobre las que transitemos.
Su gran ventaja sobre la suspensión mecánica es la adaptabilidad que ofrece sobre baches, socavones y otras irregularidades del terreno, minimizando su impacto negativo sobre el conductor y los pasajeros del vehículo y haciendo la conducción más placentera y segura.
Los sistemas más avanzados se adaptan constante y automáticamente al terreno, mientras permiten su instalación sobre el eje trasero o sobre las cuatro ruedas.
¿Cómo funciona la suspensión neumática?
El funcionamiento y método de actuación de la suspensión neumática se puede resumir en tres partes:
- Los sensores de nuestro vehículo como el de aceleración, posición de la carrocería y eje delantero o trasero registran constantemente los datos del comportamiento mientras circulamos. Después los datos son enviados a la unidad central de control electrónico (UCE) que decide ajustar la rigidez de la amortiguación en función de lo recibido.
- Si la carga aumenta y la carrocería baja su altura, la UCE corrige esta bajada activando el fuelle neumático y endureciendo la amortiguación hasta que se haga más rígida y la carrocería recupere su altura ideal.
- Si la carga disminuye y la carrocería del vehículo se eleva en exceso, la UCE corrige esta elevación volviendo más blanda la suspensión, consiguiendo así que la carrocería vuelva a su altura ideal.
Estas regulaciones también se pueden configurar de manera manual, en función del criterio del conductor a la hora de afrontar un trayecto.
La suspensión neumática se está abriendo paso desde los vehículos industriales hasta los de calle a una gran velocidad. Aporta una serie de ventajas en seguridad y confort que hacen de ella una elección ideal a la hora de tener en cuenta la compra de un vehículo.
Gracias a su tecnología y adaptabilidad al terreno sobre el que circulamos podemos disfrutar de una conducción más personalizada, agradable y segura que marcará una diferencia clave con respecto a la suspensión tradicional de vehículos más antiguos.