Hoy día, en pleno auge de los coches eléctricos y con una historia del motor con más de cien años a sus espaldas, no somos capaces de imaginar un automóvil sin algo tan básico como un panel de instrumentos con su cuentakilómetros y velocímetro.
Sin embargo no siempre fue así. En 1886, cuando Carl Benz patentó el primer vehículo, esté apenas alcanzaba los 20 km/h y no existían límites legales sobre la velocidad a la que podía circular, por lo que un velocímetro no tenía demasiado sentido. No fue hasta tiempo después, cuando los coches se popularizaron entre las masas y ganaron velocidad, que empezaron a incluirse poco a poco.
¡Acompáñanos en un interesante repaso histórico sobre la evolución de los velocímetros en la industria del motor!
Por partes, ¿Qué es un velocímetro exactamente?
Un velocímetro es un instrumento que mide la velocidad de nuestro vehículo y la refleja como un valor numérico en una pantalla o “display” como se conoce en inglés. En términos técnicos: se trata de un contador de revoluciones que indica la velocidad a la que giran las ruedas en carretera.
Durante décadas se usaron de manera analógica mediante un sistema que consistía en una esfera con una aguja que apuntaba a un número escrito o línea concreta, como si fuese una báscula, y no fue hasta los años 90 cuando llegaron los velocímetros digitales.
Independientemente de la tecnología que usaban y siguen usando, la realidad es que siempre marcaban una velocidad ligeramente superior a la real, algo que terminó incluso reflejado en la ley para compensar imprecisiones del sistema de medición.
Refinando su diseño
En los primeros automóviles el velocímetro no estaba en el campo de visión del conductor, ya que en gran parte se trataba de un extra de equipamiento, y la ausencia de límites legales sobre la velocidad los hacía poco útiles. No fue hasta la década de los 50 que no se implantaron en la ubicación oficial que conocemos todos.
Conforme la tecnología fue avanzando, lo hicieron también los velocímetros. Estos rastros evolutivos se pueden observar en diseños tan novedosos para su momento como el indicador horizontal del Mercedes W180 Ponton Saloons de 1954 y el llamado “termómetro” vertical de la serie W111 Tailfin Saloons. Hoy día totalmente extinguidos como eslabón en la cadena evolutiva hasta llegar al diseño final.
Con el paso de los años terminaron por incluir control de crucero o limitadores de velocidad, justo con la aparición de radares que controlan los excesos de velocidad.
En un mundo donde el coche pertenece a la esfera de lo cotidiano, es difícil imaginarlo sin algo tan básico como el velocímetro que nos indica a la velocidad que nos desplazamos. Pese a ello y como ocurre en todos los comienzos, la tecnología no está siempre disponible y se va desarrollando con el paso de los años y la evolución. Por eso es tan importante echar la vista atrás y ver cuánto hemos avanzado y cambiado debido al mundo del motor.